Gracias a unos parches adhesivos que sirve para monitorizar la actividad física en deportistas profesionales midiendo el nivel de ácido láctico que es visible gracias al sudor. Estos científicos decidieron incorporar una enzima que le absorbe los electrones al lactato, obteniendo de esta manera una carga mínima de energía eléctrica.
Durante las fases previas han logrado generar un máximo de 70 microvatios por centímetro cuadrado con una sola persona. Aunque esta cifra no se compara con lo que necesita muchos gadgets que está al nivel de decenas de milivatios.
Según la profesora Wenzhao Jia, responsable del proyecto ha asegurado:
“Por el momento la energía no es muy alta. Pero estamos trabajando para mejorarla y que pueda cargar pequeños dispositivos electrónicos. Las biobacterías ofrecen algunas ventajas, se recargan fácilmente, son más seguras ya que no hay riesgo de que exploten o filtren químicos tóxicos, además de que usan una fuente renovable de energía, tú”. ¿Llegará el momento en que los gimnasios se convertirán en las factorías de energía eléctrica humana de Matrix?
Fuente: blogs.20minutos.es
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