Claves a considerar en la compra de un extractor de leche

Mejor sacaleches electrico barato

Los beneficios de la leche materna son esenciales para conseguir un estado óptimo de nutrición en el bebé. Es por eso que la compra de un extractor de leche que contribuya a mejorar la alimentación del niño requiere de una serie de elementos a tener en cuenta antes de tomar la decisión acertada. Aquí se exponen algunas claves que arrojan un poco más de luz en todo esto, como la facilitada por esta comparativa de los sacaleches eléctricos más destacados.

¿Por qué es necesario un extractor de leche?

En primer lugar, resulta vital consultar al médico para concretar las razones por las cuales es necesario el uso de un extractor de leche y cuál es el modelo que mejor se adapta a determinadas circunstancias. Una vez alcanzado esto, lo ideal es buscar un asesoramiento efectivo que ayude a planificar una rutina óptima en el uso de este aparato, al mismo tiempo que se acuerda un seguimiento para verificar que todo funciona correctamente.

¿Manual o eléctrico?

¿Es la velocidad una variable importante a la hora de elegir un buen extractor de leche? Estos aparatos están disponibles en versión manual y versión eléctrica (enchufados a la red o con batería). La primera de ellas suele ser más económica y muy adecuada para un uso ocasional, pero es más lenta y dificultosa, ya que requiere de una prolongada presión con la mano. En cambio, los extractores eléctricos son más caros, pero actúan a una mayor velocidad y bajo una eficiencia de ritmo constante.

Frecuencia de uso

Dependiendo de si la extracción se hace de manera ocasional, regular o a medio/largo plazo, los diferentes sacaleches están diseñados para hacer frente a las necesidades concretas de cada madre. Una decisión desacertada a la hora de comprar uno de estos extractores puede generar mucha dificultad e ineficacia en su uso.

Por ejemplo, un extractor de leche manual empleado con cierta regularidad consume mucho tiempo y genera una tensión excesiva en los pezones y las muñecas. Se trata de tener en cuenta la frecuencia de uso para determinar qué opción es la más beneficiosa.

Succión y control de velocidad

Algunos sacaleches eléctricos incorporan ajustes o rangos de control limitados, pero lo recomendable es que ofrezcan una mayor flexibilidad para encontrar los beneficios del mejor uso posible en cada circunstancia. De hecho, un extractor que posibilite poca variedad de adaptación puede provocar un mayor tiempo de succión en consonancia con una menor extracción de leche.

Calidad y precio

En la mayoría de los casos, el precio suele ir en función de la calidad, como podemos comprobar en mimundobebe.com. Comprar un sacaleches de marca barata generalmente conlleva un diseño más pobre y un motor con prestaciones menos efectivas. En este caso, la succión puede ser lenta, incómoda y dolorosa. En cambio, si la pretensión para por obtener los efectos contrarios, lo mejor es decantarse por un mayor nivel de calidad.

Sin BPA

El BPA (Bisfenol A) es un compuesto orgánico que altera las hormonas y se encuentra en el plástico de policarbonato, pudiendo causar de esta forma problemas de salud.

Actualmente, se desconocen los efectos a largo plazo de la exposición al BPA, aunque afortunadamente muchos productos para la alimentación de bebés están comenzando a fabricarse sin este compuesto. En este sentido, lo recomendable es verificar qué zonas del sacaleches elegido que entran en contacto con la leche están libres de BPA, para así evitar problemas futuros.

Tamaño del pezón

Es importante usar un extractor de leche que se ajuste adecuadamente al tamaño de los senos, ya que en el caso contrario la succión puede presentar dolor y poca efectividad.

La mayoría de los sacaleches incorporan un tamaño estándar diseñado para adaptarse a una talla media de pezón, por lo que resulta aconsejable buscar un extractor que facilite en este sentido un ajuste personalizado, para así obtener mejores rendimientos.

Opciones de limpieza

La mayoría de los sacaleches son relativamente fáciles de desarmar para su limpieza. Un lavado en agua caliente con jabón y un posterior enjuague y secado al aire libre suele ser suficiente. Sin embargo, algunas marcas posibilitan otras formas de limpieza, como hervir, usar un esterilizador o emplear el microondas o el lavavajillas. A partir de ahí, resulta útil cerciorarse de que el modelo elegido se ajusta a las necesidades del consumidor.